El final de 'The Last Jedi' tiene un increíble secreto

Si llegaste al final de la proyección de The Last Jedi con fuerzas y con tu capacidad de atención intacta, es probable que te llamara la atención un detalle curioso. Cuando Luke Skywalker aparece en la mina en la que se encuentra acorralada la Resistencia, lo hace con una apariencia diferente a la que tiene en la isla de Ahch–To. Parece mucho más joven y esbelto.

Además, cuando sale para enfrentarse a toda la potencia de la Primera Orden y a su más temible líder, Kylo Ren, lo hace blandiendo un sable láser que los fans de la saga conocen muy bien: el de Anakin, su padre. Lo más curioso es que ese arma fue destruida unas escenas antes, durante el enfrentamiento entre Rey y Kylo Ren.

Muchos seguidores de Star Wars han protestado en Internet por este aparente fallo. Y eso que el Luke que lo lleva no es el Luke real, sino una proyección, y podría haber aparecido con lo que le hubiera dado la gana, ya fuera con tricornio, con Yoda imitando a Chiquito o con un Chewbacca depilado luciendo bikini. Y sobre todo, hay gente que no se explica cómo Kylo no se da cuenta de que su enemigo lleva un arma que ha sido destruida en su presencia.

Pero como The Last Jedi no para de soliviantar a los fans, el director ha preferido explicar todo el desconcierto en el aspecto del Greatest Hero of All Time ™ en una entrevista concedida a IGN.

«Luke hace una proyección que intenta tener el mayor efecto en Kylo. Sabe que el talón de Aquiles de Kylo es su rabia, por lo que aparece más joven, con el aspecto que tuvieron cuando se pelearon en el templo, y por eso decidió usar el sable láser de su padre».

¿Y por qué Kylo Ren no se dio cuenta de que portaba el sable destruido? “El público vio que estaba roto, pero Kylo no se dio cuenta, solo vio una explosión y perdió el conocimiento. Luego se despertó y pudo pensar que Rey se lo había robado”.

Conclusión: Luke Skywalker es tan meticuloso que cuida hasta el último detalle para desquiciar a su sobrino. Pero no es capaz de beber la leche verde sin ponerse hecho un ecce homo.