7 pasos para ser una pareja feliz sin sufrir en el intento

Empecemos por aceptar que ser feliz es una decisión. Si quieres estar bien con tu pareja, lo estarás, si quieres estar mal, también. Si esto te es muy complicado y aún así necesitas que los expertos te expliquen el paso a paso para tener una relación que te haga sonreír todos los días, aquí estos básicos consejos.

 

1. Dormir al mismo tiempo

Nada como meterse a la cama juntos cuando llega la noche. Si no viven juntos, los días que duerman en la misma cama, háganlo al mismo tiempo. Se abrazarán y una mano lleva a otra mano y una pierna a otra pierna, nada como regalarse un orgasmo de buenas noches.

 

2. Caminar de la mano o junto al otro

No se trata de que tú te adelantes mientras tu pareja se queda acariciando al perrito que se encontró en la cuadra anterior. El punto es observar el mundo juntos, crear ese sentido de compañía que resulta tan necesario.

 

3. Abrazarse fuertemente cuando se saluden

La piel, el cuerpo, tienen memoria. Las buenas caricias recuerdan amor, las malas recuerdan abuso, las no caricias indican descuido. Las parejas que se abrazan mantienen un vínculo bastante estrecho, tómate tu tiempo, que se sienta el apapacho.

 

4. Darse las buenas noches

Muchos pelean por la noche y como están enojados, se niegan a decirle buenas noches a su pareja. Vivan juntos o no, es básico hacerlo.

 

5. No volver a pelear por un problema resuelto

No se trata de desgastar la relación y en cada discusión traer a cuenta los problemas ya resueltos. Nunca se toca un tema que ya tuvo solución. Borrón y cuenta nueva.

 

6. Resaltar las cosas buenas

Todos tenemos cosas buenas y cosas malas, si sólo te concentras en lo malo que tiene tu pareja vas a terminar convirtiendo tu amor en repulsión, desgaste, frustración y hasta odio. Concéntrate en lo positivo y recuérdale lo bien que te hace sentir que tenga esas cualidades.

 

7. Enviar mensajes o llamadas breves durante el día

La conexión es indispensable. Alguien que se olvida de ti durante el día está desvinculado. Sólo hace falta un mensaje de texto, de voz, una brevísima llamada, para que la conexión se mantenga y se haga más fuerte.