Curvy Fest
Bienvenida al Curvy Fest
Curvy Fest reconoce que la belleza no viene en tallas
Solía pensar que mi cuerpo era enorme y trataba de esconderlo de varias formas.
Como si hacerme chiquita me ocultara, como un elefante atrás de una flor.
Mi cuerpo se sentía como un pecado dominical, me comparaba con los minúsculos cuerpos adolescentes de mis amigas y mis curvas no hacían clic en ese mundo.
Micro faldas que me quedaban demasiado cortas por tener pompas, shorts pequeños que se hacían rollos en mis piernas y blusas que estiraban los estampados por tener boobies.
El color
Entonces empecé a usar el color negro como uniforme y en realidad no me encanta ese color.
La gente siempre te dirá que el negro adelgaza, te hace más delgada y oculta tus defectos, como si tener curvas fuera un defecto y entonces dejas de usar cosas lindas por el afán de esconderte por no ofenderlos.
A Faby le encantaban los colores fosforescentes, los estampados de flores, pero según la sociedad, usar eso me hacía ver más gordita.
Y así es como te vuelves la gorda que cuida las bolsas. Me da mucha risa este término, porque las chicas con curvas nos autodenominamos de esta forma por cómo nos sentimos, por la falta de autoestima que te siembra la sociedad.
Sentir que estamos hechas para brillar no es una opción y el sentirte incómoda en tu piel es el mandato dicho por todos.
Talla
Cuando bajé de peso a costa de enfermedades y poca salud mental, sólo había algo que me alegraba de todo eso: la ropa de moda me quedaba.
Mi pensamiento se fijó en decir «si yo tuviera más curvas, ¿dónde compraría mi ropa?»
Las tallas extras tienen diseños de la vela perpetua y ya saben, siguen el sello de señora o diseños para que se escondan.
Entonces, como amante de la moda, me amarré a mi talla mediana insana como estandarte con tal de que me quedara la ropa del mercado.
La otra era cuando buscaba un bikini o un traje de baño lindo, las copas eran muy chicas y el tener piernas grandes me hacía sentir un martirio.
El tiempo pesó y mi enfermedad disminuyó. Entendí que mi cuerpo era sólo mío y lo que pensaran de él era opinión de los demás.
Hoy se los digo con una mano en la cintura, pero fue un proceso muy largo y en él ayudó mucho que algunas marcas de ropa empezaran a reconocer de qué tallas son muchas y que no está mal producirlas. Los cuerpos reales vienen con más o menos curvas y vale la pena saber que el mercado no es sólo de las skinny, sino también de las curvy.
Curvy Fest
Hace unos días fui a un casting para un proyecto que me llena el alma. Se llama Curvy Fest, un evento que impulsa a la moda, a las mujeres y a la industria a reconocer que la belleza no viene en tallas.
Fui con todo el amor de mi corazón y con la esperanza de quedarme en él. Este festival es una celebración a las curvas y a la lucha mundial contra los estándares de belleza.
En ese casting entró mi pasado y lo reflejó en mi presente, visualicé lo que quiero ser.
Me di cuenta que entre más te haces dueña de tus kilos, de tus curvas y de tu vida, más exitosa eres.
No hay nada más sexy en esta vida que una mujer con curvas que sabe que las tiene y no las esconde.
Porque podrán ser más flacas que tú, pero no más bonitas, no más poderosas ni más seguras.
Cuando descubres que el secreto es ese, te adueñas de todo, no hay mirada que no te envidie o aún mejor, te admire.
Así que estén pendientes, porque si me quedo en el Curvy Fest que será en Cancún, esta curvilínea está segura que conquistará el mundo.
Pongan chongos, recen y manden buenas vibras.
Porque esta chica tiene voz y va a levantarla en el Curvy Fest 2019.
P.D. Si tienen ganas de chismear, búsquenlos en Facebook e Instagram como «CurvyFest» y de paso, échenme porras.
También te puede interesar: