Coolture Logo
Corte y queda
Cooltura
Beat & Style
De buen diente
Select Player
¡Te armo el plan!
De ida y vuelta
decorative

La neta pechugona

Cooltura

Carta a él 

Por: La Neta Pechugona

Carta a él

Lo conocí en mi adolescencia, cuando me sentía como patito feo, con brackets, uno que otro grano y, por supuesto, la inseguridad de la pubertad.

Jugaba futbol americano; era alto, moreno y tenía una increíble sonrisa.

De esas sonrisas que se quedan en tu memoria como tatuajes mentales.



Su eterno buen humor me hacía sentirme feliz y también todo lo que me platicaba.

Es extraño porque siempre fuimos todo… pero tampoco fuimos nada.

Eso pasa cuando eres tan joven: sientes más, es profundo, sincero, es amor en bruto y accidentado…

Siempre estabas, querías que no me diera cuenta, pero sí, ahí, al fondo, estabas recargado en la pared con una sonrisa, en cada una de las locas actividades que se me ocurría hacer.



Cuando la bulimia me atacó, fuiste el único que tuvo el valor de arrastrarme afuera de un baño para gritarme y decirme que no podías verme hacerme tanto daño.

Y aún así te quedaste…

Tengo bloqueada una serie de noches que pasamos juntos, no estaba bien.

Cuando cumplí 15 años ahí estabas. Como siempre, impecable.

Eso sí, siempre traías esa gorra, aunque el evento fuera de traje.

Te fuiste con otra chica, nunca entendí el por qué, la pase fatal y aunque estabas con ella siempre estuviste ahí. En ese estira y afloja que tanto nos gusta jugar a los humanos y más cuando somos chiquitos.

Muy injusto, pero bueno, éramos unos niños.

Recuerdo tu loción. A la fecha, cuando la huelo se me voltea el estómago de recuerdos.

Acapulco y Alebrije; risas, bailes, pleitos, celos.

Amistad, mucha amistad

Nos alejamos cuando me fui a la universidad. Seguimos siendo amigos, me obligabas a comer, eras el único que sabía lo que pasaba.

 Mucha gente nunca entendió por qué, a pesar de todo, nunca nos alejamos.

No tenía claro lo que fui para ti, pero siempre supe que estabas.

Y entonces conocí a quien me cambió el mundo, lo volteó.

Conocí el amor que te pone de cabeza, me enamoré tanto, tanto, que perdí la noción de quien me rodeaba.

Cuando terminó, cuando la caída fue aparatosa, me dejó tan mal que no podía moverme del dolor.

Una vez no podía comer…

Apareciste otra vez, no sé si lo sentiste, pero ese día me hablaste para saber cómo estaba y sólo te dije que no podía respirar de la tristeza.

Me levantaste como un cachorro herido, me hiciste sonreír y me abrazaste cuando más lo necesitaba.

Yo me sentía muerta por dentro, no recuerdo mucho de ese día ni de los días subsecuentes en los que me buscaste para levantarme el ánimo.

Estaba tan asustada que te deje ir, no te presté atención y nunca te agradecí el que me levantaras de la herida emocional más grande que he tenido.

A pesar de que nos vimos un par de veces más, nunca fue lo mismo.

Yo levanté una barrera en la que hasta la fecha nadie ha podido entrar, romper o cruzar.

Trabajo en ello: en no tener miedo y no permitir cosas que lejos de hacerme más fuerte, me hacen sentir lejos de algo real.

He combatido la bulimia, ahora estoy segura de quién soy y aunque ya no soy tan flaca como cuando nos dejamos de ver, me siento más increíble que nunca.

Puedo estar sola, soy independiente y estoy orgullosa de quien soy.

Estoy segura que te haría muy feliz ver eso, finalmente es lo que siempre quisiste que te dijera.

Sueño contigo una vez al mes, mi mente de bruja enloquece y trato de localizarte.

Sé que vives lejos y las redes sociales no son lo tuyo, las odias.

¡Tus amigos no me pasan tu teléfono!

Pero me encantaría hablar contigo y decirte: gracias por todo, por ser incondicional y por haber compartido una de las etapas más difíciles de mi vida y de alguna manera hacerla divertida e inolvidable.

Te escribo esta carta para decirte que estés en donde estés, y si llegas a leer esto, te extraño y me encantaría saber que todo está bien.

Aquí lo está.

Nunca dudes que aquí estoy. Así como tú siempre estuviste para mí.

Ahora soy fuerte y puedo estar completa y parte de esto que soy, lo construiste tú.

Nunca es tarde para decir gracias cuando ves todo desde otra perspectiva.

Te quiero.

#lanetapechugona

 

También te puede interesar:

La Neta Pechugona ¿Y esta quién es?

Esta generación salvará al planeta