El distópico y surrealista cine de Yorgos Lanthimos

Por: Paola López

¿Te apasiona el cine surrealista?

Yorgos Lanthimos es un director griego, que a diferencia de los realizadores cinematográficos actuales, nos deja mirar a través de su visión para presentarnos un mundo completamente desconocido, inexistente, surrealista y distópico.

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Una realidad desconocida

Estamos muy acostumbrados a que nos cuenten historias sobre los valores impuestos por la sociedad, y sobre emociones y sentimientos conocidos, tales como el amor, el odio, la envidia, el asco, entre otros.

Yorgos por su parte, nos inserta en un mundo donde la realidad es desconocida para el ojo humano y en la que todos los personajes actúan de forma natural, a pesar de ser tan distinta e inquietante para nosotros.

Los personajes actúan como si estuvieran en su propio medio natural, y plasmado de humor negro, crean una atmósfera que nos hace cuestionarnos sobre lo impuesto por la sociedad, el razonamiento y el sentimiento humano.

Si bien el cine inmortaliza historias en el tiempo y nos concientiza sobre muchos aspectos como la inclusión, la diversidad de género, el machisimo, el racismo y la psicopatía.

Cuando nos presenta una realidad surrealista, rompe con todos los paradigmas que el mismo mundo y hasta nosotros nos hemos impuesto.

Deshumaniza a los personajes

A diferencia de la serie Black Mirror, de Charlie Booker, que nos traslada a un mundo futurista que vive las consecuencias de los avances tecnológicos, Lanthimos nos plantea una realidad muy distinta a la acostumbrada, al deshumanizar a sus personajes y convertirlos en animales, sin un planeamiento psicológico.

Un ejemplo de esto es la Langosta, cinta que rompe todos nuestros prejuicios con la idea del amor y de la vida en pareja. Los personajes en este filme tienen 45 días para encontrar pareja, cuya consecuencia de no conseguirlo es quedar expuestos a ser convertidos en animales.

Tomas fuera de lo convencional

Lanthimos nos regala una antítesis de la sociedad y nos hace cuestionarnos porqué seguimos las reglas, y al mismo tiempo nos deja entrever que si esas reglas no son acatadas, no sobreviviremos a la funcionalidad del mundo.

En términos técnicos el director griego se arriesga y nos adentra en su mundo con tomas fuera de lo convencional.

En su más reciente largometraje, The Favouirite, Yorgos nos adentra al surrealismo con tomas subjetivas de 180º.

El régimen tan autoritario y la manera en que los personajes, sin conseguir la felicidad, se mueven a través de sus intereses y ambiciones, sin sentimientos y únicamente de manera estratégica, crea la sátira humanística sobre el manejo de la sociedad desde un ángulo totalmente diferente.

En las películas de Lanthimos el amor no existe, los personajes no cuentan con una narrativa emocional, únicamente se comportan de manera sistemática, objetiva y en cierto modo científica, ya que sólo intentan sobrevivir en un mundo tan desconocido para nosotros y tan habitual para ellos.