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Cinéfilo

Green Book: Un guion excepcional no necesariamente hace la película perfecta

Por: Paola López

El pasado 24 de febrero presenciamos la 91º edición de los premios Óscar 2019, donde la cinta Green Book fue condecorada con la estatuilla dorada a mejor película. Pero, ¿en verdad merecía ser galardonada con este reconocimiento?

 

Recordemos que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas reconoce a la excelencia de producciones sobresalientes en el séptimo arte.



Para considerar a una cinta dentro de la premiación, los requisitos que pide la junta de gobernadores de la Academia es que debe estrenarse durante el año anterior al menos una semana en Los Ángeles y en Nueva York, la duración debe ser de 40 minutos como mínimo, de 35 ó 75 mm y con una resolución mínima de 2048×1080 píxeles.

 

A pesar de que Green Book tiene un guion excepcional, con una estructura narrativa muy precisa, y con todas las piezas en el lugar que deben estar, no cuenta con todos los valores de producción que la hacían digna al Óscar, aún así la Academia la alzó con el premio a mejor película.

 



El tema del racismo predominó en esta temporada de premios, donde Green Book competía con grandes cintas tales como: Roma de Alfonso Cuarón, Blackklansman de Spike Lee, Black Panther de Ryan Coogler, The Favourite de Yorgos Lanthimos, Vice de Adam McKay, Bohemian Rhapsody de Brian Singer y  A Star is Born de Bradley Cooper.

A mi criterio, para que una cinta reciba el galardón a mejor película, se deben considerar varios puntos, pero los más destacados y que no deben faltar son: mejor dirección, mejor fotografía y mejor guion, y Green Book solo logró la excelencia en uno de los rubros.

 

 Guion

Ambientada en los años sesentas, Green Book está basada en una historia real que relata la vida de un pianista afroamericano, Don Shirley, interpretado por Mahershala Ali, quien contrata a un rudo y carismático chofer italoamericano, Tony Lip (Viggo Mortensen) para que lo acompañe en su gira musical durante dos meses, en una época racista que los lleva a vivir una complicada aventura.

La narrativa nos obsequia momentos llenos de buen sentido del humor, nos hace crear empatía con los protagonistas y reafirmar nuestro rechazo ante la injusticia del racismo.

El guion nos muestra la crudeza de una época de evidentes desigualdades raciales y sociales, a través de la cual, el director Peter Farelly nos enseña una gran lección bien justificada, con los elementos necesarios para hacerlo único.

Los contrastes de los personajes principales son sin duda alguna un gran valor de producción, que refuerzan la historia al mostrarnos a cabalidad las ideologías impuestas por una sociedad que separa el grupo propio del ajeno, al creer que ambos grupos raciales están conformados por esencias hereditarias e inmutables que hacen ver a los otros como personas amenazadoras e inadmisibles.

Lo más importante de un guion es contar una historia, y para este rubro es crucial que la estructura, en conjunto con el diálogo, las transiciones y los planos, nos permitan descifrar todos los pormenores, tales como: Dónde sucede la historia, personajes, cómo se cuenta, en qué tiempo, los escenarios, y las secuencias.

Una de las ventajas de Green Book es que está basado en hechos reales, y co-escrito por Nick Vallelonga, hijo de Frank, Tony Lip en la cinta.

Nick se inspiró en la historia que le contara muchas veces su padre, acerca de cómo conoció a Don Shirley y todo lo que pasaron en aquél viaje.

Green Book, a pesar de no estallar en el punto culminante, nos enseña una gran lección sobre cómo el mismo Don Shirley fue víctima del racismo hasta por su propia raza.

La lucha constante de lo que impone la sociedad está muy marcado en la narrativa, lo que denota cómo en tan solo unas cuantas palabras, y con el sustento de un gran argumento, se logra la excelencia en el guion.

“Sí, ¡vivo en un castillo! Solo. Y

los blancos ricos me dejan tocar el piano

Para ellos, porque los hace.

sentirse cultos. Pero cuando me marcho

vuelvo a ser de nuevo

otro negro para ellos – porque

Esa es su verdadera cultura. Y yo

no soy aceptado por mi propia gente,

¡Porque tampoco soy como ellos!

Así que si no soy lo suficientemente negro, y no

soy lo suficientemente blanco, y no soy hombre,

¿qué es lo que soy?”

La belleza del guion radica en los detalles. El personaje de Tony Lip recibe una lección cuando independientemente de sus estereotipos raciales, aprende a valorar a Don Shirley  por la calidad de ser humano que es, lo que le inspira a ser mejor. El guion nos regala momentos que son reforzados por los actores, pero que también hacen que Mahershala Ali y Viggo Mortensen luzcan más sus papeles.

 

 

 

 

Dirección

La visión de los realizadores cinematográficos y su ojo para contar la historia es crucial para el galardón a mejor película; cabe mencionar que Peter Farrely, encargado de dirigir esta cinta, no figuró en las nominaciones a mejor director. En definitiva Alfonso Cuarón se ganó a pulso el galardón en esta categoría, ya que compactó la narrativa en imagen, sonido, diseño sonoro y edición. Roma es dinámico, sutil y sumamente hermoso.

 

 

Fotografía

Otro punto a considerar es la fotografía, y a pesar de que uno de los valores de producción de Green Book son los planos detalle y los overshoulders, que nos permiten tener una cercanía con los actores y que logran una mayor intención dramática, otras cintas que figuraban en la nominación superaron la excelencia.

Es por eso que el galardón a mejor fotografía fue otorgado a Alfonso Cuarón por Roma, quien logró, a través de la imagen, dar narrativa a la historia con un ciclo simétrico perfecto y planos de existencia, que diferenciaban las clases sociales y los encuadres.

 

 

Y qué decir del diseño de producción, Green Book cumple al transportarnos al sur de los Estados Unidos en los años sesentas, pero no sobresale.

 

En conclusión Green Book, que obtuvo cinco nominaciones en los Óscar y se alzó con tres estatuillas doradas, a mejor película, mejor guion y mejor actor de reparto para Mahershala Ali, sin duda merecía el premio a mejor guion, pero es un excelente ejemplo de cómo un guion excepcional no necesariamente hace a la película perfecta.

¿La decisión por parte de la Academia habrá radicado en un tema político?

 

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