Joystick 12: ¿Qué ventajas y desventajas tienen los mundos abiertos?

Esta semana le perdí el miedo a The Witcher 3 y por fin inicie su enorme aventura. Curiosamente esta semana el juego cumplió 4 años de vida y poquito más de 2 en mi biblioteca. Durante todo ese tiempo se había mantenido cerrado.

No le huía por malo; al contrario, es uno de los juegos mejor calificados de la década y uno de los más alabados de esta generación.

Más bien, le entré a la saga muy tarde y no me llevé una muy buena experiencia del segundo título por factores muy ajenos al gameplay en general.

La magia del mundo abierto |

Me tocó vivir el nacimiento de los mundos abiertos y desde el principio me parecieron fenomenales. Sin duda marcaron un antes y un después en la industria de los videojuegos.

La simple idea de ir a las zonas que deseas y no a las que te dicta la historia del juego es inigualable y llena de satisfacción.

Poder extender la duración de un juego con misiones secundarias y extras que le dan mayor contexto a cada franquicia es algo igual de emocionante.

The Witcher 3 y su inmensidad |

Después de un tutorial un tanto aburrido, The Witcher 3 nos adentra a la historia entre cinemáticas y ligero gameplay. Desde el principio muestra de qué está hecho y poco a poco se da espacio para enseñarte todo lo que puedes hacer.

Tardé más de dos horas entre misiones y secundarias y adaptarme al enorme mundo de The Witcher 3 antes de concluir la primera misión principal.

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Esto refleja que el juego tiene infinidad de cosas por hacer, recoger, investigar y mejorar.

Un gran plus de los juegos de mundo abierto es el árbol de habilidades. Sí, no a todos les gusta pero siempre es interesante la progresión. Ya sabes, subir de nivel a tu personaje y hacerlo más fuerte para las misiones más duras.

Mejoras tus objetos y crear nuevos también es algo emocionante. Aunque laborioso para muchas personas.

De nuevo, las misiones secundarias también alimentan la duración del juego y regularmente expanden la diversión pues proponen nuevas mecánicas.

¿Qué puedes odiar de los mundos abiertos? |

Aunque es un género bastante querido, los errores en este tipo de juegos son numerosos.

Al ser mundos enormes es común encontrar bugs y problemas a la hora de cargar texturas.

Las misiones secundarias se pueden hacer tediosas pues por lo regular una la repiten varias veces. Metal Gear V es experto en eso y por eso, muchas personas le han dado calificaciones bajas.

Otros ejemplos son Fallout 4, Marvel’s Spider-Man y Days Gone pues muchas de sus misiones secundarias son cansadamente repetitivas.

Aunque un juego largo siempre es atractivo, muchas personas pueden huirle. Si tienes poco tiempo para jugar entre semana o de plano sólo puedes los fines de semana, dile «hola» al juego que tendrás en tu vida por mucho tiempo.

Hay gente que confiesa que pasó más de 7 meses sólo con The Witcher 3 pues es un juego que si te lo propones, puede durar infinidad de horas.

Tú pones las reglas, no el juego |

Lo que siempre recomiendo cuando alguien le entra por primera vez a un mundo abierto es que siga sus propias reglas.

Es decir, de cajón hay que jugar las misiones principales para llegar al final del juego. Las misiones secundarias son precisamente eso. Si ya te aburrieron o sientes que sólo te quintan tiempo, no hagas todas.

Ojo, siempre es importante hacer algunas misiones secundarias para subir de nivel y mejorar tus objetos.

Tampoco te distraigas con todos los NPC (los personajes no jugables) pues a veces sólo te dan pistas obvias o le dan un poco de contexto a la historia.

Otro punto similar es no leer todos los archivos, libros cartas, documentos, etc. pues juegos como Dragon Age y Mass Effect requieren mucho tiempo para leer historias que datan de miles años atrás del contexto principal del juego.

Finalmente, no te traumes con todos los objetivos o con subir a los niveles más altos de todas las armas u objetos. Con que tengas el nivel suficiente para avanzar en la historia principal es suficiente.

Juegos como The Witcher 3 son muy exigentes pero al final muy gratificantes. Si tienes el tiempo o la voluntad de explorar todo su mundo, hazlo. Al final, te dejará un buen sabor de boca.

Imagen: Coolture

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